Jesús nos da una nueva vida.
Jesús tenía muchos amigos, tal como todos nosotros tenemos. Tres de los amigos especiales de Jesús fueron María, Marta y Lázaro.
A Jesús le encantaba sentarse y conversar con ellos alrededor mientras comían. Su amigo Lázaro se enfermó y murió.
Entonces Jesús viajó a Betania, donde Lázaro había sido puesto en una tumba. Esto era peligroso para Jesús porque la gente de allí una vez había tratado de matarlo.
Pero Jesús amaba demasiado a sus amigos como para permitir que eso lo detuviera. Cuando llegó, encontró a sus amigos lamentando y llorando la muerte de Lázaro.
Jesús mismo se conmovió hasta las lágrimas. Luego, demostró su poder y amor resucitando a Lázaro.
La buena noticia para nosotros es que Jesús hizo este milagro maravilloso no sólo para Lázaro y sus amigos íntimos, sino también para enseñar a sus seguidores una verdad muy importante.
Jesús aprovechó esta oportunidad para decirnos que “todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás”.
Esta maravillosa historia mostrará a los chicos de su clase que Jesús da una nueva vida a todos los que creen en él.