Cuando llegó la hora, se sentó a la mesa, y con Él los apóstoles, y les dijo: Intensamente he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Y habiendo tomado una copa, después de haber dado gracias, dijo: Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que de ahora en adelante no beberé del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios. Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros. Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. Porque en verdad, el Hijo del Hombre va según se ha determinado, pero ¡ay de aquel hombre por quien El es entregado!
Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer esto.