EN ESTA SECCIÓN:
Las oraciones y la adoración
Las oraciones y la adoración, son una parte esencial de los programas de educación cristiana de cualquier niño. Pero, aunque esencial, no es siempre sencillo enseñarla de manera creativa.
Algunos creen que, la oración, es algo innato y que no requiere una instrucción formal y creativa.
Pero, así como Jesús enseñó a sus seguidores cómo orar, en Lucas 11:1, los niños también necesitan ser instruidos. Inspire confianza a los niños, asegurándoles que es correcto si están sentados, arrodillados o de pie mientras oran, y que es lo mismo si oran en silencio o en voz alta.
Señale que las personas tienen diferentes formas de hablarle a Dios a través de la oración y que no importa el método, sino la sinceridad de sus oraciones.
Ayude a los niños para que oren en grupos de dos, y agradezcan a Dios por su compañero.
A la vez siguiente, incremente de pares a tríos y continúe así, hasta que todos puedan orar en grupos, como si fueran sólo uno.
Pida que lo ayuden voluntarios, para que oren por todo el grupo y agradezcan a Dios por el tiempo que tienen para compartir con el otro.
Muy pronto, sus niños estarán pidiendo también su turno para orar por el grupo.
Nunca fuerce a un niño a orar en voz alta; recuerde que la oración es una expresión personal y no todos se sienten cómodos orando en voz alta.
Recordatorios de oraciones
Aquí hay algunos “recordatorios de oraciones” bíblicos, para darles a sus niños:
- Dios oye nuestras oraciones (Proverbios 15:29b)
- Dios contesta nuestras oraciones (Marcos 11:24)
- Debemos orar por los demás (Colosenses 1:9)
- Oramos en el nombre de Jesús (Juan 14:13)
- Debemos orar fielmente (1 Tesalonicenses 5:17)
La adoración puede ser confusa y, a veces, una parte aburrida del culto para muchos niños.
No es que la adoración no vayan de la mano con los niños, sino que, a veces, pueden tener dificultades para comprender por qué deben adorar.
Ponga énfasis en explicarles que nosotros adoramos a Dios por quien él es, y por lo que hace. Descubriendo lo que Dios hace, los niños podrán entender mejor quién es Dios, ¡y viceversa!
Comience el año haciendo una lista de todo lo que Dios hace y puede hacer, como sanar, ayudar, proteger, proveer, amar y perdonar.
Luego, ayude a los niños para que ellos integren estas acciones al nombre de Dios, diciendo:
“Dios, nuestra ayuda”, o “nuestro amado Dios”.
Motive a los niños para que nombren de esa manera a Dios durante el culto e inclusive, en sus oraciones. Ayudando a los niños a comprender qué cosas hace Dios y quién es Dios, estamos acercando sus corazones, mentes y espíritus más a Dios.
La oración y la adoración son dos de las maneras, que nos puede llenar de alegría, al expresar nuestro amor hacia nuestro amoroso Padre.
Diviértete ayudando a tus niños a construir un estilo de vida lleno de oración, poder y alabanza, que los llevará cada vez más cerca a Dios.